viernes, 31 de octubre de 2008

Ni dulce ni truco


La celebración de Halloween (¿celebración?), tal cual como nació hace más de 2,500 años con los celtas (ver historia aquí), no tiene cabida en nuestro país. De esto están muy conscientes los comercios que tuvieron que buscarle un tono más "atractivo" para que el negocio de esta fecha les de frutos.

Que lo diga mi hermana que estaba completamente ofuscada, hace días, buscando un disfraz para ir a una fiesta en un bar josefino, este mismo 31. Y es que Dios guarde no ir porque, "todas mis amigan van y simplemente es lo que la gente hace".

Su ofuscamiento se convirtió en consternación cuando simplemente le pregunté que para qué iba a gastar plata en algo que iba a usar una única vez en el año. "¡Jamás puedo llevar el mismo disfraz del año pasado!", me dijo. Quedé completamente regañada.

Además de comprar el disfraz, incluyendo accesorios y unas cuantas sombras para hacer su maquillaje un poco más tenebroso (y eso que el disfraz era relativamente sencillo: iba vestida de bruja); debía pagar taxi para llegar hasta el bar (el novio no pudo llevar su carro) y una vez ahí, pagar entrada con derecho a respirar para, finalmente disfrutar de las dos horas que duró arreglándose para la mencionada salida.

Así que solo ella, tuvo que desembolsar una cantidad considerable de dinero para disfrutar una celebración ajena, de la que nadie conoce cómo nace y que, tras de todo, se presta para delincuentes hagan de las suyas, escondiéndose detrás de una máscara.

Admito que en mi infancia, mi mamá me sacaba a pedir confites con una simple máscara de bruja, pero nunca entendí por qué y me llegué a enredar más cuando la iglesia se empezó a meter diciendo que la celebración era casi que un culto al cachudo.

A estas alturas de la vida, ni pido confites ni me pongo disfraz, y mucho menos ver películas de miedo. Me hice pendeja con los años. Lo que no va a cambiar es la forma en que el comercio le sacará el jugo a la fecha y mientras haya gente dispuesta a gastar esa plata, como mi hermana, con mucho más razón.

En conclusión, esta fecha ni la sumo ni la resto; pero insisto, mientras haya gente dispuesta a gastar plata en esto, se sostendrá por más tiempo.

lunes, 27 de octubre de 2008

La píldora del día después... ¿no es mejor la de antes?


Ahí están un poco de diputados y una Ministra impulsando un proyecto de ley para legalizar la distribución de la "pastilla de emergencia", alegando unos el por qué sí se debe aprobar, y otros no tan convencidos, dando sus razones citando a la Iglesia y demás, para alegar que no.

Sin afán de entrar en mayor detalle de si sí o si no, yo me pregunto, ¿y no será más fácil tomarse la pastillita de "antes" y que son de uso diario y que venden en cualquier farmacia del país, antes que andar corriendo buscando una después de?. Por supuesto que aquí no estoy tomando en cuenta los casos especiales y lamentables, como una violación, para no hacerlo más controversial de lo que ya es.

Pero me llama la atención que la diputada del PUSC, Ana Helena Chacón, crea que la propuesta "permite una mayor control de la natalidad, con lo cual se evitarían los embarazos no deseados. ver aquí.

Si bien es cierto, el 20% de los embarazos no deseados son de madres adolescentes, no creo, con el respeto que usted se merece doña Ana, que la respuesta sea simplemente darle a la joven, una pastillita luego de la torta, porque primero que todo, es probable que la muchacha se de cuenta hasta tiempo después de que está embarazada y la pastilla ya no tendría efecto; y segundo, simplemente no es la solución.

No podemos evitar que los adolescentes tengan relaciones, las hormonas y la curiosidad les gana por mucho, pero sí existe la responsabilidad de educarlos para evitar un embarazo, en el mejor de los casos; y principalmente, que decidan cuándo es el momento adecuado de dar ese paso tan importante.


domingo, 26 de octubre de 2008

¿Los qué?


Esa fue la pregunta que le hice a mi hermana, cuando al ver un video de un grupo musical (My Chemical Romance, para ser más precisos) me dijo que ellos eran "emos". Con toda la propiedad y conocimiento del caso, me explicó de que se trataba esa tendencia e inmediatamente pensé que, definitivamente, ya no saben qué inventar, con tal de sobresalir.

Para no quedarme con dudas y averiguar más sobre ellos (a quienes yo conocí como los dark, hace unos añitos o los benditos punk) busqué información sobre ellos y lo que encontré realmente me sorprendió, no por lo llamativo de su vestimenta, sino por la filosofía de vida que tienen, si es que la tienen.

De acuerdo con el sitio en internet http://www.colombiaaprende.edu.co/html/estudiantes/1599/article-124498.html, lo "bueno" de Emo, término que proviene de la palabra emotional (emocional), es que es una cultura de adolescentes y jóvenes entre los 14 y 21 años, donde se crean fuertes lazos de amistad con los compañeros y se exploran sentimientos de pareja.

Su filosofía se basa en lo siguiente:
  • Para los que se hacen llamar 'Emo', su personalidad tiene mucho que ver con su exterior. Así por ejemplo, el estar extremadamente delgado es sinónimo de la vida que quieren llevar. Esta vida es deprimente, sin sentido y sufrida. Si una persona quiere ser 'Emo' deberá ser delgado a cualquier precio.

  • Es necesario ser alto. Si es bajo de estatura, deberá usar plataformas para verse alto. Son las reglas de la comunidad.

  • El pelo siempre les cubre la cara puesto que quieren pasar desapercibidos. Son antisociales y no les gusta ser vistos. También significa que su existencia es sombría y triste.

  • Los 'Emo' viven en constante depresión debido a que según ellos, el mundo es miserable y denigrante. Sus habitaciones suelen tener poca luz, edredones de un solo color y cama sencilla y dura, de esta forma, al levantarse cada mañana recordarán lo miserable de su existencia y permanecerán en un estado de depresión todo el día.

  • Los 'Emo' no creen en religiones ni en dioses. Sus símbolos son: calaveras, corazones rotos y estrellas rosadas.

  • Las parejas sentimentales deben ser también 'Emo'. Deben compartir su dolor en todo momento. Si el 'Emo novio' está llorando, la 'Emo novia' debe llorar también. Los dos se cortarán la piel con cuchillas al mismo tiempo, se vestirán igual al punto de no saber quién es el hombre y quién la mujer.

Como parte de sus ritos está el cortarse las venas, acto sumamente destructivo, rechazo a las personas que no son iguales a ellos, así como sentimientos de odio y rechazo por el resto del mundo. Esto sin mencionar que las mujeres pierden completamente su feminidad, pasan en un estado de depresión permanente y no tienen expectativas de vida.

Y por si no fuera poco, en mayo pasado, una joven de 13 años perteneciente a esta subcultura, se ahorcó con el fin de impresionar a sus amigos. La policía tuvo muchos indicios para relacionar su muerte con la música que oía, principalmente de My Chemical Romance, Tokio Hotel y A.F.I.

Su madre, nunca pensó que el hecho de pertenecer al grupo, "le pudiera causar la muerte". Bueno, esto es porque no me cabe duda de que la señora nunca supo realmente en qué andaba su hija, y esto me lleva a la eterna pregunta de ¿en qué están los padres de esos muchachos?.

Estamos hablando de depresiones, sentimientos de odio, hacerse heridas, todo por seguir una idea, que, si me preguntan a mí, no le encuentro ningún sentido.

Es cierto que los adolescente son difíciles, pero siempre hay señales que indican cuando algo no anda bien y es tanto responsabilidad de la familia, como de los centros educativos, velar por que no caigan en trampas o "ondas cool" que lo único que les va a generar es un serio problema psicológico con repercusiones terribles.




miércoles, 8 de octubre de 2008

¿Teletrabajo? Sí, ya lo probé.


No pensé que lo lograra, pero lo hice. Hoy tuve mi primera experiencia con el teletrabajo y fue mejor de lo que esperaba.

Claro, no lo hubiera hecho de no haber sido por un dichoso spam que cayó en el edificio donde se encuentra la oficina donde trabajo y que me obligó a trabajar hoy desde mi casa.

Siempre pensé que no podría trabajar desde la casa porque ya me imaginaba a mi mamá pidiéndome que le ayudara a limpiar la casa o que terminara de lavar un "poquillo" de ropa que había en la canasta. Por supuesto que los fines de semana sí hago mis tareas de rigor, y claro que pensé que no me podría "safar" de esas obligaciones si me traía mis obligaciones a la casa.

Luego, en la tarde probablemente me sentiría muy tentada a tomar una siesta y cuidado y sigo directo... en fin, habían muchas razones para negarme a hacer la prueba. Pero, qué dicha que lo hice!

Es cierto que la productividad aumenta, también que uno se concentra más y por supuesto, la comodidad es espectacular. Aunque sí hay que seguir ciertas reglas, o por lo menos en mi caso fue lo promordial.

Me levanté temprano como siempre, me bañé y me vestí por si tenía que salir de imprevisto. Respeté mi horario tal cual como si estuviera en la oficina, con mi hora de almuerzo incluida.

El haberme quedado hoy en mi casa, significó que ahorrara gasolina trasladandome desde San Sebastián a La Uruca en hora pico; ahorro de luz y agua en la oficina y de teléfono también porque ahora la tecnología nos permite tener llamadas por medio de skype, yahoo o hotmail.

Sería bueno que más empresas que unan a esta práctica y sobretodo, que nos quitemos el miedo y lo intentemos, tomando en cuenta las recomendaciones que les comento acá.