
Y digo movimiento porque podría asegurar que muy pocas jóvenes han provocado que tanto familias enteras, sin importar edades; como empresas privadas, negocios y hasta el mismo Presidente de la República; esté pendiente de lo que esta cantante hace en el cono sur del continente.
El recibimiento que tuvo en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría fue digno de una estrella, de una ídolo y como siempre se ha caracterizado, su sonrisa no se apagaba a pesar de las empujadas, majadas de pie y seguridad que la rodeó en todo momento
Claro, no podemos negar la privilegiada voz que esta herediana tiene y que por supuesto la tienen dentro de las cuatro finalistas del Latin American Idol, en su tercera temporada. Pero el asunto va más allá. Se trata de un movimiento, que podríamos asociar con éxtasis y euforia por parte de un país sediento de conquistas.
Lo que genera María José, se asemeja a lo que vivimos con Claudia en Atlanta 96 o con la selección de Costa Rica en Italia 90. Es sencillamente la posibilidad de alcanzar algo "lejano" para nosotros y que a pesar de los miles de intentos que los ticos hacemos por conseguir las preciadas medallas de oro en los juegos olímpicos, pasar a las siguientes rondas en campeonatos de fútlbol o ganar los concursos de belleza; se esfuman.
Ahora bien, lo curioso de todo el asunto es precisamente que en esta ocasión, no dependemos del desempeño de un tercero, sino que somos los propios ticos los que la tenemos donde está. Esa es la característica del movimiento.
Podemos decir que "nos la estamos creyendo" y de qué manera!. No hay grupo de amigos que no comente sobre el desempeño de la tica o los mensajes en el MSN instando a la votar al 43657 (hasta ya me lo aprendí) con la palabra María y ni qué decir de los "canjes" en restaurantes y negocios a cambio de votos. Eso se llama querer.
No me imagino cuántos mensajes de texto se envían entre miércoles y jueves, pero no dudo que sean diferentes o incluso más que la cantidad que se envía en una fecha especial como Navidad, la cual registró una suma de 11 millones de mensajes el año anterior.
María José tiene una voz de ángel y cuatro millones de aliados, que desean que su coterránea gane este concurso que bien se merece. El talento no tiene precio, pero sí recompensa y Costa Rica está decidida en ayudarle a obtenerla.
